miércoles, 25 de noviembre de 2020

Emociones básicas

 

Emociones básicas: Qué y cuáles son las emociones primarias y secundarias

1.- Qué son emociones primarias o básicas.

Las emociones básicas o primarias aparecen durante el desarrollo natural de cualquier persona, con independencia del contexto en el que se desarrolle, y tienen como propósito ayudarnos a sobrevivir, dirigir nuestra conducta y favorecer la relación de los unos con los otros. 

Las emociones básicas nos sirven para defendernos o alejarnos de estímulos nocivos (enemigos, peligros…) o aproximarnos a estímulos placenteros o recompensas (agua, comida, actividad sexual, juego…) y tienen como función mantener la supervivencia, tanto personal como de la especie.

“Las emociones discretas (básicas) son las emociones que no pueden dividirse en otras

Niedenthal, Krauth-Gruber y Ric (2006)

1.1.- Características de las emociones básicas del ser humano

Las principales características de las emociones básicas en el ser humano, son:

  • Se identifican por una expresión determinada (facial-corporal)
  • Provocan una predisposición a la acción característica (función adaptativa)
  • Son las que han tenido un papel esencial en la adaptación del organismo a su entorno (supervivencia, procreación…)
  • Son universales, se dan en todas las culturas humanas
  • Están presentes desde el nacimiento
  • Perduran a lo largo del tiempo
  • Se contagian (si vemos a una persona riendo, nos contagia su alegría)
  • Provocan una reacción biológica involuntaria en el organismo
  • Algunos autores las consideran como sistemas motivacionales primarios
Caras de las emociones básicas
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Representamos aquí las expresiones de las emociones básicas y además hemos incluído el amor y la vergüenza al considerarlas emociones muy presentes en la infancia.

1.2.- Cuáles son las emociones básicas según los diferentes autores

1.2.1.- Las 6 emociones básicas (Ekman, Goleman)

Esta clasificación de las emociones básicas es la más extendida y aceptada. Fué concebida por Paul Ekman (1979) psicólogo, investigador y profesor, que fué pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial. Identificó 6 emociones básicas y prácticamente universales en todas las culturas. Según sus estudios éstas son: Miedo, tristeza, ira, alegría, sorpresa y asco.

Para Daniel Goleman (1995) psicólogo, periodista, escritor y divulgador científico, famoso por su libro “Inteligencia Emocional”, también son 6 las emociones básicas: Miedo, tristeza, ira, felicidad, sorpresa y aversión.

1.2.2.- Las cuatro emociones básicas (Glasgow University)

Según un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Glasgow del Reino Unido, y teniendo en cuenta las reacciones de los distintos músculos faciales que producen las emociones, concluyen que son 4 emociones básicasMiedo, tristeza, ira y felicidad. Consideran que el miedo y la sorpresa comparten la misma señal base (ojos totalmente abiertos) y también el asco y la ira (nariz arrugada).

1.2.3.- 5 emociones básicas

Esta clasificación de las emociones básicas responde a la decisión de los guionistas de la película de Pixar «Del Revés» (Inside Out) que eligieron solo cinco emociones para representar debido a las limitaciones del guión. Decidieron que las 5 emociones básicas son: Miedo, tristeza, ira, alegría y asco, teniendo en consideración que éstas se pueden encontrar e identificar en todas las culturas del mundo.

1.2.4.- Las 7 emociones básicas

Paul  Ekman, en la década de 1990, considerando que las emociones son universales y que tienen un origen biológico, amplió su anterior clasificación a 7 emociones básicasMiedo, tristeza, ira, felicidad, sorpresa, asco y desprecio. Incluyendo el desprecio al considerar que esta emoción y su expresión son reconocidas universalmente.

1.2.5.- Emociones básicas de Plutchik (rueda de 8 emociones básicas y 8 avanzadas)

Robert Plutchik (1980) psicólogo y profesor, creó  la Rueda de las Emociones donde se muestra la interrelación de las emociones humanas, con 8 emociones básicas: Miedo, tristeza, ira, alegría, sorpresa, confianza, desagrado y anticipación y 8 emociones avanzadas que se obtienen a partir de las primeras: Amor, desprecio, optimismo, sumisión, susto, decepción, remordimiento y alevosía.

Rueda 8 emociones básicas de Plutchik
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La Rueda de las Emociones Básicas de Plutchik (1980) representa 8 emociones básicas  y 2 intensidades de cada una de ellas y 8 emociones avanzadas, formadas por la conjunción de 2 emociones básicas.

1.2.6.- Aguado: Universo emocional básico (10 emociones)

Roberto Aguado (2005) incluye a la lista de las 6 emociones básicas otras cuatro para completar su denominado universo emocional básico atendiendo a los procesos bioquímicos. Así este queda formado por: Miedo, tristeza, ira, alegría, sorpresa, asco, culpa, admiración, curiosidad y seguridad.

1.3.- Funciones de las emociones básicas

Las emociones básicas o primarias tienen una reconocible función adaptativa que implica la inclinación hacia una determinada conducta, es decir, existe una función motivacional de las emociones:

  • El miedo nos prepara para la huida, la evitación, el afrontamiento o la protección ante el peligro
  • La tristeza tiende a la reintegración personal, la introspección y la reconciliación
  • La ira nos dota de recursos para la autodefensa o el ataque
  • La alegría tiende a la acción, la afiliación, al pensamiento flexible y divergente
  • La sorpresa a pararse y focalizar la atención en lo imprevisto
  • El asco aversión tiende al rechazo o evitación de lo que nos pueda perjudicar
  • La culpa tiende a reparar
  • La admiración a imitar
  • La curiosidad tiende a la exploración
  • La seguridad al control

Como hemos visto, las emociones tienen como función original mantener la supervivencia. Pero lo que debemos tener en cuenta es que, hoy en día, nuestra supervivencia está generalmente garantizada y por tanto, las emociones, nos informan de peligros que pueden no ser reales o evidentes y debemos revisar si nos están ayudando o no en nuestra situación actual. 

2.- Emociones secundarias o complejas

Cuando las emociones básicas se combinan para producir otras emociones más complejas, se producen las denominadas emociones secundarias, complejas o derivadas, pues se derivan de las primarias. Por ejemplo, la vergüenza es una mezcla de culpa miedo.

Las emociones secundarias no presentan rasgos faciales característicos, ni una tendencia particular a la acción, por lo que pueden pasar desapercibidas o ser disimuladas (por ejemplo, los celos).

2.1.- Funciones de las emociones secundarias

En muchas emociones secundarias encontramos funciones adaptativas reconocibles:

  • La ansiedad (anticipación del miedo) motiva a prepararse para el peligro
  • La hostilidad a inhibir conductas indeseables de otras personas, a evitar una situación de enfrentamiento o inclina hacia la agresividad
  • El humor y su expresión general, la risa, lleva a una actitud de afiliación, de propagación de un estado de ánimo positivo en el grupo
  • El amor lleva al cuidado y protección de la persona amada…

2.2.- Clasificaciones de las emociones complejas

2.2.1.- Las Emociones sociales

Son características de las personas, no se dan en los animales. Los grupos sociales tienen principios, normas, reglas, hábitos, códigos de conducta, de etiqueta, etc., que no son necesariamente morales. Las emociones sociales son emociones complejas que se aprenden y que varían en función de las costumbres, normas y creencias sociales de una determinada cultura.

El lenguaje de las emociones tiene una gran carga social, de forma que cada cultura condiciona el significado y el lenguaje expresivo de estas emociones. Entre las emociones sociales podemos destacar el orgullo, la humillación, el desprecio y el arrepentimiento

Cartas de la familia de emociones del Orgullo pertenecientes al juego EMOCIÓN!
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Cartas de la familia del orgullo perteneciente al juego EMOCIÓN! amplía tu vocabulario emocional

2.2.2.- Emociones morales

Las normas morales son aquellas basadas en principios válidos para todos los seres humanos, mientras que las sociales son específicas de ciertos grupos. Las normas morales persiguen el bienestar de todos los seres humanos, la satisfacción de sus necesidades básicas y el respeto a sus derechos fundamentales. Las reglas o principios morales están basados en el respeto mutuo y en evitar el daño, el sufrimiento y la injusticia. 

Por tanto, las emociones morales surgen de la percepción del quebrantamiento o no de estos principios universales. Las más importantes son la culpa, la vergüenza, la indignación y el remordimiento.

2.2.3.- Emociones estéticas

Son la respuesta emocional ante la belleza y tienen muchas aplicaciones educativas: historia del arte, expresión artística, música, literatura… Conviene aprender a saborear las emociones estéticas para construir bienestar. El arte en todas sus expresiones tiene por objetivo activar las emociones estéticas. Entre ellas encontramos el arrobo, el embeleso, la admiración, el enamoramiento.

3.- Otras clasificaciones del universo emocional

3.1.- Lazarus (1991)

Incluye la compasión y la esperanza en el grupo de las emociones ambiguas (aunque en nuestra cultura las consideramos emociones positivas)

  • Compasión, se produce cuando se combina sufrimiento (emoción negativa) con amor (emoción positiva). Sentimos compasión ante una persona que está sufriendo y por la que también se siente o despierta amor.
  • Esperanza, se siente cuando uno lo pasa mal pero confía en superarlo. Combina una emoción presente negativa con la previsión de un futuro positivo.

3.2.- Bisquerra (2009)

Clasifica las emociones desde una perspectiva psicopedagógica, pensada para ser utilizada en la educación emocional. 

Agrupa a las emociones en 5 familias:

  1. Positivas: alegría, amor y felicidad
  2. Negativas: miedo, ira, tristeza, asco y ansiedad
  3. Ambiguas: sorpresa, compasión y esperanza
  4. Sociales: vergüenza, timidez, celos, culpabilidad y envidia…
  5. Estéticas: las que se experimentan ante las obras de arte y la belleza

3.3.- Familia de emociones

Las emociones se pueden agrupar en familias y cada familia de emociones contiene una colección de matices dentro de la misma especificidad emocional (el miedo incluye temorpavorterror…, la aversión incluye el asco, el rechazo, la repugnancia… ).

Algunas emociones pueden clasificarse en diversas familias, como la frustración, que puede encontrarse en la familia de la ira o de la tristeza, o el susto, que puede incluirse en la familia de la sorpresa o del miedo.


INTELIGENCIA EMOCIONAL

 La Inteligencia Emocional (IE), un concepto que popularizó Daniel Goleman, es la habilidad de identificar, comprender y regular las emociones propias y las de los demás.

Son muchas las investigaciones que han demostrado sus beneficios, y esto ha hecho que desde hace poco más de dos décadas se esté aplicando tanto en el entorno laboral como el educativo o el clínico.

Beneficios de la Inteligencia emocional

¿Pero cuáles son estos beneficios? ¿Por qué la inteligencia emocional es importante para las personas? En el artículo de hoy te lo explicamos. De ti dependerá poner estos consejos y sugerencias en práctica, y beneficiarte de una mejor calidad de vida.

Empecemos.

1. Mejora el autoconocimiento y la toma de decisiones

El autoconocimiento tiene un efecto positivo sobre la autoestima y sobre la confianza en uno mismo en distintas situaciones cotidianas. También permite que las personas evalúen su sistema de valores y sus creencias, ayuda a detectar los puntos fuertes y débiles para poder mejorar y es necesario para tomar mejores decisiones en la vida.

Un aspecto que forma parte de la inteligencia emocional es el autoconocimiento. Por tanto, mejorar la inteligencia emocional es mejorar en autoconocimiento.

2. Mejora el rendimiento laboral

La inteligencia emocional aplicada al trabajo es sumamente útil en distintos aspectos. Por ejemplo, mejora la productividad de los empleados, mejora la salud laboral, mejora el servicio de atención al cliente, etc.

  • Si quieres saber más sobre los beneficios de la inteligencia emocional en el trabajo, puedes leer nuestro artículo: “ Los beneficios de la inteligencia emocional en el trabajo”

3. Protege y evita el estrés

La correcta gestión emocional es tan importante para proteger el estrés como para no provocarlo. Imagina una situación laboral en la que la falta de empatía y la mala regulación de las propias emociones provoca discusiones continuas con tu jefe o un compañero de trabajo. A la larga estas discusiones pueden generar un mal ambiente de trabajo, y, como consecuencia, un entorno estresante.

Ahora imagina que tú eres el jefe, y que la mala gestión emocional te convierte en una persona poco tolerante. Está claro que tus subordinados van a sufrir por tu descontrol emocional, lo que puede convertirse en un estresor para los trabajadores que diriges. Por eso es importante gozar de un entorno con inteligencia emocional, para protegernos del desgaste del día a día laboral.

4. Mejora las relaciones interpersonales

Volviendo al punto anterior, el ejemplo muestra que la inteligencia emocional es determinante para mantener unas relaciones interpersonales sanas. Conocer y entender tus propias emociones y la de las demás te ayuda a llevar mejor los conflictos, algo que puede ser inevitable cuando convivimos con otras personas.

Además, recuerda que las relaciones de pareja suelen ser una negociación constante, y mantener el equilibrio emocional en esas situaciones que fácilmente pueden irse de las manos suele evitar mucho dolor y malos entendidos.

5. Favorece el desarrollo personal

La inteligencia emocional y el desarrollo personal van de la mano. De hecho, los coachs, es decir los expertos en desarrollo personal, aportan herramientas de inteligencia emocional a los coachees, pues el desarrollo personal de un individuo no puede entenderse sin el correcto autoconocimiento y la gestión de las propias emociones.

6. Otorga capacidad de influencia y liderazgo

La inteligencia emocional es una competencia imprescindible de los líderes. El propio autocontrol emocional del líder o el saber entender a los demás son una buena demostración de las habilidades de liderazgo.

De hecho muchos líderes carismáticos, los que poseen una inteligencia emocional elevada, como por ejemplo el líder transformacional, han demostrado ser los líderes más eficientes en muchas investigaciones, pues motivan y aumentan la productividad y la eficiencia del grupo.

7. Favorece el bienestar psicológico

En los últimos años está creciendo el interés por la inteligencia emocional gracias a los beneficios que aporta para el bienestar psicológico. Muchas patologías de la actualidad tienen que ver con la correcta gestión emocional, y por eso, se aplica como método terapéutico.

Ahora bien, no solamente se emplea con las personas adultas, sino que en muchos colegios se educa con inteligencia emocional, pues los centros educativos cada vez son más conscientes de la importancia que la IE tiene para la salud emocional de los alumnos.

8. Reduce la ansiedad y ayuda a superar la depresión

Muchas personas padecen ansiedad por culpa de una evaluación negativa de la realidad o por un control incorrecto de las emociones, y la inteligencia emocional puede ayudar a prevenir los síntomas ansiosos.

Diversas investigaciones han demostrado que puntuaciones altas del cuestionario Trait Meta-Mood Scale (TMMS), desarrollado por Salovey en 1995, que incluye tres dimensiones, (1) atención a los sentimientos(2) claridad emocional y (3) la reparación emocionalse asocian a niveles más altos de satisfacción vital y menores niveles de ansiedad.

9. Aumenta la motivación y ayuda a alcanzar las metas

Varios estudios han demostrado que la inteligencia emocional es sumamente importante a la hora de conseguir nuestros objetivos, y, de hecho, los coachs lo utilizan para motivar a sus clientes.

La inteligencia emocional nos protege en situaciones difíciles, porque el autoconocimiento nos puede mantener a flote incluso cuando queremos abandonar o tirar la toalla. Por ejemplo, si detectamos y sabemos que los sentimientos de frustración son parte de la vida, es posible que sigamos adelante aunque no todo haya salido como deseábamos.

10. Ayuda a dormir mejor

La mejora del bienestar y el equilibrio emocional es positivo para poder conciliar el sueño. Es habitual que la mala gestión de las emociones nos provoque ansiedad y nos genere problemas para el día a día. Todo esto es negativo para nuestra salud psíquica y física, e influye en nuestro sueño.

Gestionando nuestras emociones de la manera adecuada, aceptando nuestras emociones negativas, entendiendo las emociones de los demás y regulando nuestro comportamiento, es clave para tener un sueño plácido y una vida sin grandes altibajos.

Botella al mar para el Dios de las palabras

  Gabriel García Márquez

A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»

El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.

Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. 

Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.

La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. 


A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?

Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. 


Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. 


Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

¿Qué es la Asertividad?

 Qué es la Asertividad?

Los estilos de comunicación:

Ser o no ser asertivo, this is the question.

A veces se define  la asertividad como “ser amable con los demás”, o  “saber decir que no”

No es exactamente esto, es algo más…

Definición de asertividad y estilos de comunicación:

 

¿Qué es la Asertividad?

 

La asertividad concepto muy ligado a la inteligencia emocional y referido a la comunicación con los demás: ser asertivo es comunicarse de forma efectiva, decir lo que queremos transmitir de forma firme, a la vez que respetuosa y empática con los demás y con uno mismo.

Es la habilidad de comunicarnos de manera efectiva.

Decir  lo que deseamos, sentimos, opinamos, respetando al otro.

Enfadarnos “bien”, manteniendo el respeto.

También se refiere a la forma de reaccionar ante los conflictos o discusiones y el saber manejarse de forma efectiva en la comunicación con los demás.

Los estilos de comunicación están relacionados con nuestra forma de afrontar los conflictos y la gestión de nuestras emociones.

Es más fácil entender este concepto de asertividad si lo contraponemos a estilos de comunicación No-Asertivos: como el estilo pasivo, el estilo agresivo y el pasivo-agresivo.

 

1. El estilo Pasivo:

El estilo pasivo es como cuando nos sentimos “chiquitos” frenta a alguien o en alguna situación.

Podemos ser empáticos con los demás pero con temor al conflicto o a la crítica por parte de otros: lo que nos lleva a  la evitación y el no defender los propios derechos frente a los demás. (Poner los intereses de otros por encima de los propios)

 

Por ejemplo:

Mi amigo me pide la bicicleta prestada, y yo se la dejo a pesar de que la necesito esa tarde porque me cuesta decirle que no y quiero quedar bien con él.

    • – ¿Me puedes prestar la bici hoy?
    • – Sí claro, ven a buscarla cuando quieras.

(en realidad pensaba ir a clase de Karate en la bici, pero iré andando por no decirle que no a mi amigo… y sintiéndome mal porque en realidad no me gusta prestar la bici..)

 

Cuando estamos “pasivos” nos cuesta hablar en las conversaciones, sobre todo decir lo que pensamos u opinamos, muchas veces hay miedo a “quedar mal” o a lo que piense el otro, podemos entrar en bloqueo en situaciones sociales o de conflicto, no saber cómo decir que “no”, y tener dificultad para expresar lo que molesta.

 

Cuando reaccionamos de manera pasiva lo hacemos para evitar el conflicto, no queremos “discutir”, ser rechazados, o que haya problemas. Se suele preferir el no decir las cosas para “no molestar” a los demás y “sacrificarse” a uno mismo con tal de evitar líos.

Al poner por delante los intereses y opiniones de los demás frente a las de uno mismo nos infravaloramos.

Imagino que a mucho nos ha pasado esto alguna vez, y genera bastante descontento con nosotros mismos.   Después nos sentimos mal o nos comemos la cabeza.

 

Normalmente hay mucha “comedura de tarro” mental y no se exterioriza nada: esto genera una pérdida total de la espontaneidad y favorece los bloqueos (el sentirse “paralizado”)

Esta actitud pasiva nos suele ansiedad y frustración, sensación de que no es valorado y nadie le comprende.

 

2. El estilo Agresivo:

El estilo agresivo, por el contrario está relacionado con una sensación de rabia, a veces perdemos la perspectiva y vemos sólo lo que nos duele a nosotros sin tener en cuenta la intención del otro o lo que siente.

Es decir, de forma opuesta al pasivo nos ponemos a nosotros mismos primero.

 

El estilo agresivo es una reacción cuando nos sentimos amenazados y puede llevarnos a ver las discusiones como una competición en la que  hay que “ganar” o “machacar a otro”.

Pero cuando actuamos de manera agresiva podemos hacer daño a los demás, y no solucionamos nada.

Por ejemplo:

  • – ¿Me puedes prestar la bici hoy?
  • – ¡¡¡Ni de coña!!! ¿¿Tu que te crees?? Que soy el “bicing” yo?? (gritando)

(aclaración: “Bicing” son las bicicletas del ayuntamiento en Barcelona)

Cuando sale el mounstruo agresivo no buscamos un acuerdo, ni una solución o que el diálogo productivo: sino que su finalidad al discutir es tener la razón y/o machacar al otro)

Muchas veces las respuestas agresivas son como hablar “sin filtro”:  decimos lo que sentimos o pensamos: pero normalmente no lo hacemos con mucho tacto,  sin importarnos si la manera de decir las cosas puede herir al otro. Algunas personas confunden esto con ser “muy sinceros”… Pero es un error:  ¡¡se puede ser sincero sin ser borde!!

El estilo agresivo se caracteriza por estar a la defensiva ante todo lo que se nos dice, puede que nos sintamos siempratacados aunque la intención del otro no sea para nada atacar, nos volvemos rígidos, inflexibles, perdemos la perspectiva, y a veces perdemos el control de manera impulsiva  y la “mala leche” se generaliza a muchas situaciones.

 

Muchas veces el estilo agresivo y desafiante es un escudo que utilizamos para que no nos hagan daño. También puede ser una respuesta aprendida a raíz de un daño emocional mal gestionado y que ha generado desconfianza y resentimiento hacia los demás. El estilo agresivo también genera ansiedad, sensación de incomprensión y frustración.

 

3. El estilo Pasivo-Agresivo:

Otro estilo No-Asertivo sería la mezcla de estos dos últimos: El estilo “pasivo-agresivo”.

Este estilo se caracteriza por la no exteriorización de lo que se piensa y resentimiento interior. 

Solemos evitar el conflicto directo y  manifestamos la agresividad de forma más sutil o indirecta:  recurrir a sarcasmos, indirectas, o comentarios irónicos sin llegar a abordar directamente el tema o “como quien no quiere la cosa”.

También se puede manifestar desidia o desinterés encubierto, o “boicotear” de forma encubierta, como si fuera sin intención,  por ejemplo:  llegar muy tarde a una reunión a la que no se quiere ir,  preparar un café con leche a un compañero de trabajo al que sabe de antemano que lo toma siempre sin leche, equivocarse en algo “a propósito”..  etc.

Ejemplo:

  • – ¿me puedes prestar la bici hoy?
  • – Si claro, ven a buscarla cuando quieras.
  • – Cuando el amigo viene a buscarla no respondo al timbre y hago ver como que no estoy en casa.

La persona con estilo  pasivo-agresivo es un buen “actor”, suele mantener la calma, no demostrar sus emociones, y fingir sorprenderse cuando los demás cansados de su hostilidad indirecta les recriminan molestos.

De hecho, parece estar buscando que los demás pierdan su calma y  cuando consigue “chincharlos” después les recrimina: “¿Pero por qué te molestas?”, “No sabes aguantar un chiste”,  “no era con mala intención, eres un intolerante” etc.

 

4. El estilo Asertivo:

Por último estaría el estilo de comunicación ideal: el estilo Asertivo.

En el estilo asertivo las personas defienden sus propios derechos respetando a los demás, son empáticos y también defienden sus intereses.

La finalidad del diálogo es llegar a un acuerdo, no les interesa “ganar”, y afrontan los conflictos buscando una solución.

Ejemplo:

  • – ¿Me puedes prestar la bici hoy?
  • – Oh! me sabe mal, pero pensaba usarla para ir a clase de Karate… además, la verdad es que no suelo prestarla. Si necesitas una bici te puedo dejar mi tarjeta del “bicing”, no la uso mucho.

Este estilo de comunicación se caracteriza por mostrar seguridad en si mismos y respeto hacia los demás.

Las personas con estilo asertivo son cordiales, respetuosos, saben dialogar y defender sus posturas argumentandoaclaran equívocos, no entran en descalificaciones o provocaciones desarmando con argumentos a las personas que les ataque (o poniendo límites si hay faltas de respeto)

Manifiestan su postura de forma firme, razonada y justificada, respetando la opinión de los demás.

Ser asertivo es una habilidad que fomenta la seguridad en uno mismo, la empatía y el respeto a los demás y  ayuda a la buena gestión de las emociones.

 


Por último: Ojo con las “etiquetas”:

 

Como con todas las categorizaciones,  los estilos que acabamos de comentar nos ayudan a entendernos, pero evidentemente estas categorías no son rígidas y son descripciones generales:

La mayoría de las personas, aunque puedan tener un estilo predominante, no utiliza solamente uno de estos estilos de comunicación: a veces somos asertivos, en determinados contextos, con determinadas personas o en algunos momentos de nuestra vida  pasivos o agresivos, etc. 

 

Difícilmente encontraremos a una persona que siempre y en todas las situaciones sea 100% asertiva.

Pero la idea es intentar siempre acercarnos al ideal asertivo y trabajar para mejorar nuestras técnicas de comunicación, sobre todo si detectamos que en determinados contextos o con determinadas personas nos cuesta.

También podemos mejorar nuestras técnicas de comunicación para hacer frente a situaciones en las que otras personas no son asertivas con nosotros y no entrar en el juego.


miércoles, 11 de noviembre de 2020

NERUDA

 ME gustas cuando callas porque estás como ausente,

y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma

emerges de las cosas, llena del alma mía.

Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,

y te pareces a la palabra melancolía.


Me gustas cuando callas y estás como distante.

Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:

déjame que me calle con el silencio tuyo.


Déjame que te hable también con tu silencio

claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.

Una palabra entonces, una sonrisa bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

martes, 10 de noviembre de 2020

ANALIZANDO EMOCIONES

 

¿Qué es el enojo?

El enojo es una emoción universal, que como todas las emociones es adaptativa y nos guía habitualmente hacia la resolución de un conflicto. No obstante, el enojo es sin duda una de las emociones que más conflicto trae entre las personas, inclusive en los vínculos más íntimos de la familia, los amigos y el trabajo.

 Transformando la ira explosiva o contenida, en enojo adaptativo.

Las emociones son respuestas automáticas y universales a estímulos del medio ambiente. Inician procesos de re-acomodación, y, si los percibimos adecuadamente, nos guían en el camino de movimientos y conductas adaptativas eficaces.

Las emociones, en sí mismas, no son buenas ó malas. Lo que puede transformarlas en malas o dañinas para uno mismo y/o el entorno, es la forma de tramitarlas, de gestionarlas; lo que podamos hacer con ellas. En otras palabras, lo que trae sufrimiento, son los movimientos inadecuados que se realizan ante la aparición de una emoción.

 Acerca del Enojo

Las manifestaciones arrebatadas o compulsivas del ENOJO y de sus diferentes grados de expresión: bronca, rabia, furia, cólera o ira, pueden provocar desde rupturas en vínculos que valoramos, pérdida de trabajo o de la escolaridad y accidentes, hasta la exposición a perder la vida en alguna pelea con final trágico.

Por otro lado, está comprobado que, disimular, acallar o reprimir las expresiones de ENOJO, puede provocar desde desequilibrio del sistema inmunológico, estrés crónico, y presión arterial elevada, hasta enfermedades cardíacas.


EJERCICIOS DE ORATORIA

CUALIDADES Y ACTITUDES DEL ORADOR.

  CUALIDADES DEL ORADOR. Entre las cualidades con que debe contar todo buen orador, cade destacar la naturalidad, la sinceridad, la humildad...