El lenguaje kinésico es aquel que forma parte de la comunicación no verbal. También llamado lenguaje corporal, resulta fundamental y generalmente actúa complementando al lenguaje verbal, pero en ocasiones puede tornarse tanto o más significativo.
El lenguaje kinésico comprende los gestos, la mirada, los movimientos del cuerpo y la postura. Por ejemplo: un abrazo, una caricia, un guiño de ojo.
Existen campos de actividad en los cuales el lenguaje kinésico adquiere una enorme relevancia, como por ejemplo en la actuación. Durante un tiempo existió lo que se llamó el “cine mudo”, que narraba historias solo a través de los gestos y movimientos de los actores.
Ejemplos de lenguaje kinésico
Van aquí algunos ejemplos de uso de lenguaje kinésico; se indica entre paréntesis su valor expresivo:
- Resoplar (fastidio, cansancio)
- Abrir y cerrar rápidamente los ojos (vergüenza, pudor)
- Suspirar (melancolía)
- Juntar las manos debajo del mentón a modo de rezo (súplica)
- Levantar el pulgar (aprobación)
- Guiñar el ojo (complicidad)
- Sacudir la mano hacia arriba y hacia abajo (equivalente a ‘apresúrate’)
- Sacudir la mano hacia uno mismo (equivalente a ‘acércate’)
- Cruzar el dedo índice por delante de los labios (equivalente a ‘silencio’ o ‘no lo divulgues’)
- Girar la cabeza de un lado a otro en sentido horizontal (negación).
- Mover la cabeza hacia arriba y hacia abajo (afirmación).
- Fruncir el ceño (contrariedad o ‘no entiendo’)
- Bostezar (aburrimiento, sueño)
- Taparse la boca con la mano (equivalente a ‘no lo debo decir’)
- Reír (alegría, comicidad)
- Sonreír (dicha, satisfacción)
- Llorar (congoja)
- Ruborizarse (vergüenza, incomodidad)
- Cruzarse de piernas (equivalente a ‘me tomo tiempo para esto’)
- Dibujar círculos con la mano sobre el abdomen (equivalente a ‘qué rico’ o ‘qué hambre’).
Sobre el lenguaje corporal
- No todas las culturas comparten sus códigos gestuales. Existen notables diferencias en lo gestual si se compara la cultura del oriente con la cultura occidental.
- Todo lo que rodea a la palabra se conoce como paralingüística, categoría que abarca las modalidades fónicas (incluidos silencios y pausas) y los sonidos fisiológicos o emocionales. Hasta la forma de vestirse y de maquillarse se agregan al paquete comunicativo del lenguaje kinésico.
- El timbre, el tono de voz y la intensidad son parte importante de la comunicación no verbal. La mirada también lo es, no solo la mirada de quien habla, sino también la mirada de quien escucha. Dentro de lo fisiológico, por ejemplo, el bostezo a menudo se interpreta como aburrimiento o franco desinterés por lo que se está diciendo, mientras que el llanto claramente refleja dolor o tristeza, o incluso alegría o emoción.
- En nuestra comunicación básica recurrimos con mucha frecuencia al lenguaje corporal: detenemos el colectivo estirando el brazo hacia adelante, pero llamamos al camarero levantando el brazo: son gestos culturalmente consensuados en un tiempo y lugar dados. También asentimos o negamos con movimientos de cabeza.
- En un plano intermedio entre la comunicación verbal y el lenguaje kinésico se encuentran los denominados elementos cuasiléxicos: vocalizaciones u onomatopeyas que contribuyen a la expresividad del hablante pero que carecen de valor léxico per se. Por ejemplo: Mmm, ¡Uf!
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