miércoles, 2 de noviembre de 2022

CUALIDADES Y ACTITUDES DEL ORADOR.

 


CUALIDADES DEL ORADOR.
Entre las cualidades con que debe contar todo buen orador, cade destacar la naturalidad, la sinceridad, la humildad y la cortesia.
Naturalidad.-  El orador tiene que demostrar autenticidad en todos sus actos no debe intentar cambiar el tono natural de su voz, ni emplear frases rebuscadas o palabras rimbombastes, solo con el fin de impresionar o deslumbrar a quines lo escuchan. Conviene que se exprese con sencillez y ademas que evite las actitudes solemnes y las poses estudiadas.
Sinceridad.- Las palabras del orador han de estar en consonancia con lo que piensa o siente. Nunca, por lo tanto, debe decir algo ue vaya en contra de sus propias convicciones, o que se oponga a su manera de actuar. Sus palabras tienen que ajustarse siempre a la verdad, por lo que nunca debe manifestar sentimientos como cariño, simpatia, admiracion o respeto, si en realidad no los experimenta.
Humildad.- La humildad es una cualidad indispensable para poder crear un clima favorable a la comunicación. El orador debe evitar, por consiguiente, caer en la arrogancia y en el lucimiento personal, pues estas actitudes producen en efecto desagradable en el auditorio.
Cortesia.- El comportamiento del orador debe caracterizarse, ademas, por la amabilidad y el respeto hacia los oyentes y hacia sus ideas, aunque no las comparta. El respeto se manifiesta, tanto en el vocabulario, en los hgestos y en los ejemplos y chismes utilizados, como en el vestido y arreglo personal del orador.

CUALIDADES FÍSICAS:


Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no involucra que sea hermoso o de físico impresionante. Implica el cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le permitan resaltar su personalidad, de tal forma que constituya un conjunto armonioso y estético ante los ojos de los demás.

El aseo personal:

Es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposición de nuestro cuerpo. Ello transmite una agradable impresión a través del sentido visual y olfativo. El acicalamiento en nuestro peinado, maquillaje y perfume permiten un buen acercamiento de los oyentes hacía nosotros. El no bañarse o no cepillarse los dientes, a la larga van produciendo un hedor insoportable o un aliento nada agradable que pondrá una barrera entre nosotros y las personas con las que tratamos. Es recomendable el baño diario, el cambio de ropas con la misma frecuencia, el corte de uñas y de cabello en forma periódica.

El vestido:

Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo para abrigo o adorno. Involucra el conjunto de piezas que sirven para cubrir nuestro cuerpo, pueden ser formales o informales según la ocasión en la que tengamos que utilizarlo. Constituye la prenda exterior completa de una persona y en el caso de los oradores constituye su uniforme de trabajo; esta vestimenta debe ser la adecuada para cada reunión oratoria debiendo primar los principios de elegancia, limpieza y una correcta combinación de prendas y/o colores. Recordemos que el vestido resalta nuestra personalidad, formalidad y pulcritud.

CUALIDADES INTELECTUALES:


Estas cualidades están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar; implican un conjunto de características inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con eficacia. Estas cualidades propias de la actividad mental, están al alcance de todos y sólo requieren de decisión para aplicarlas.

Memoria:

El poder recordar nombres, rostros, situaciones y la ubicación exacta de documentos o cosas, constituye un requisito indispensable en la labor del orador, ello le permite evocar con facilidad, información que se necesita en lo inmediato. El llamar a las personas por su nombre, luego de haberlos reconocido, constituye una muestra de especial deferencia hacia el público con el que tratamos. Recordar la ubicación de documentos y cosas, nos permite realizar las labores con mayor rapidez. La memoria se ejercita a través de la observación minuciosa, la retención y la evocación.

Imaginación:

Consiste en la facultad de reproducir mentalmente objetos ausentes; de crear y combinar imágenes mentales de algo no percibido antes o inexistente. El término imaginación, incluye dos características básicas: la renovación o "re experimentación" de lo ya vivido (memoria), y la creación de imágenes mentales que antes no existían (imaginación). Los psicólogos distinguen entre imaginación pasiva, que recupera imágenes previamente percibidas por los sentidos y la imaginación activa, constructiva o creativa, mediante la cual la mente produce imágenes de sucesos o de objetos poco o nada relacionados.

Sensibilidad:

Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena, dolor, compasión y ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello todos los tienen desarrollados en la misma medida. Existen algunos oradores que parecieran insensibles al dolor ajeno, dan la impresión de no interesarles para nada los sentimientos de sus congéneres. A la larga, estas personas se hacen odiar y son públicamente vilipendiadas. En cambio, un orador que demuestre sensibilidad en su trato y en sus acciones se ganará el cariño y estima de las personas con las que trata.

Iniciativa:

Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga, ordene o motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en hablar u obrar, es una cualidad personal que inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una ventaja competitiva. En la mente de todo orador debe estar presente siempre la frase: «la iniciativa es del interesado», si anhelamos lograr un objetivo, no podemos confiar sólo en la voluntad divina o en la buena voluntad de las personas; sino que, como interesados, debemos intervenir directamente para su concretización.

CUALIDADES MORALES:

La moral está relacionada a las costumbres y a las normas de conducta de una determinada sociedad. Por extensión, podemos decir que es el conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir un orador, para que exista congruencia entre lo que predica y hace, en el ejercicio de su labor profesional.

Honradez:

Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un orador. Actuar con honestidad significa, no apartarnos de los cánones morales establecidos por la profesión ya que muchas veces suelen presentársenos oportunidades o propuestas nada decentes, que bien podríamos aprovechar en beneficio nuestro. La falta de honradez significa una falta moral hacia nuestra profesión y el desprestigio para nuestra persona. Un orador que no sea honrado, poco tiempo durará en su trabajo, pues las exigencias de su labor demandan de él, un proceder recto y honesto.



Puntualidad:

Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser exactos en hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora establecida. Napoleón Bonaparte solía decir: «la hora es la hora... cinco minutos antes de la hora, no es la hora... cinco minutos después de la hora tampoco es la hora.» y concluía diciendo: «puedo perder una batalla pero nunca un minuto; las batallas se recuperan, el tiempo jamás» La puntualidad es en esencia, una cualidad que todo orador debe practicar e interiorizar en su subconsciente.

Congruencia:

Es la relación que existe entre «el pensar» y «el actuar», relación que muchas veces no es armoniosa, pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un orador puede manifestar en una exposición empresarial, que los cigarrillos son perjudiciales para la salud y que por consiguiente no debemos fumar, pero al terminar su exposición, en el hall del auditorio, compra una cajetilla para fumarlos delante de su sorprendido público. Todo lo que decimos debe tener su contraparte en la acción, caso contrario corremos el riesgo de caer en la demagogia o cháchara barata.

Lealtad:

Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona incapaz de traicionar la confianza depositada en uno, o ser incapaz de engañar a quien le ha brindado su consideración. Se entiende por leal a la persona que pese a los graves problemas que se suscitan, no abandona jamás al compañero, jefe o institución para la que trabaja. Dícese, que la lealtad inspira la realización de acciones nobles, altruistas y hasta de sacrificio. Más que una cualidad, es una virtud que todo orador debe practicar a diario como parte de su comportamiento ético y moral.

ACTITUDES DEL ORADOR.


La actitud mental positiva:

Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud mental positiva que nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una actitud mental negativa que sólo apunta a buscar excusas para no realizar lo deseado. Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud mental positiva para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra a través de la autosugestión y del correcto uso de las técnicas de respiración y de relajamiento.

Gozar de buena salud física:

Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no podrá realizar con eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo indispondrá para sus tareas. Lo recomendable es que periódicamente se acuda al médico para un chequeo general y evitar desagradables sorpresas. La labor un tanto estresante, conlleva a padecer de una serie de dolencias que al no ser atendidas o al ser mal curadas, pueden convertirse en crónicas y mortales. Se debe combinar una buena dieta con ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y las enfermedades psicosomáticas.

Gozar de buena salud psíquica:

La mente también se enferma y puede producir lamentables estados de distorsión de la personalidad; paranoia, esquizofrenia y aún, psicopatía. Lógicamente una persona con desbarajustes mentales no podrá realizar a satisfacción su labor como orador, casi siempre tendrá problemas con sus superiores, compañeros de trabajo y más aún, con el público oyente. Una visita al psicólogo o psiquiatra es recomendable, pues a diferencia de las enfermedades físicas estas no se manifiestan pasivamente, sino a través de un accionar desequilibrado que perjudica el buen desempeño del orador.

El orador debe tener presenta que las interrupciones pueden servirle, tanto para consolidar su reputación, como para perder prestigio delante de quienes lo escuchan. Todo depende de la manera como reacciones ante la interrupción y de la forma como conteste la pregunta. Y no debe olvidar tampoco que desde el momento en que una persona interrumpe se discurso, muchos de los oyentes se convierten en aliados de esa persona, y que cualquier desaire, falta de atención o descuido en responder las preguntas, será considerado, por los demás, como una afrenta personal la actitud que debe tomar un orador debe ser la siguiente.



Recomendaciones:

• Acepte amablemente la interrupción.

• Escuche la pregunta con interés.

• Demuestre serenidad, buena disposición y deseos de servir.

• Conteste la pregunta con la gran seguridad y en forma sencilla, clara y pausada.

• Si es necesario, ilustre su respuesta con ejemplos o imágenes que ayuden a aclarar la duda y a comprender mejor las ideas.

• Recuerde que la actitud que usted adopte ante una consulta sencilla determinara, en adelante, la conducta de los oyentes: si estos han quedado satisfechos con su respuesta, se pondrán de parte suya durante el resto de la disertación; de lo contrario, quedaran predispuestos para controversia, y en cada nueva interrupción serán más agresivos que en la anterior.

viernes, 3 de junio de 2022

¿Qué es el Storytelling y para qué sirve esta técnica?

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¿Qué es el Storytelling y para qué sirve esta técnica? 

 En comunicación es importante CONECTAR con el otro. Para eso existe un recurso muy poderoso: el «Storytelling». 

Se usa mucho en la publicidad pero también en exposiciones informativas, ventas, cuestiones organizacionales como personales. ¿De qué se trata? ahí vamos. Estamos en clase de oratoria. Leandro tiene que exponer un tema y pensó «el cine». ¿Cómo encararlo? opción A: «el cine es el arte de crear y proyectar películas, viene de un vocablo griego que significa movimiento. Empezó en 1895 pero ha tenido muchos cambios. Mueve millones de dólares e impacta en nuestras vidas con fascinantes efectos especiales…. » opción B: Recuerdo cuando tenía siete años. Mamá me llevó por primera vez al cine. Antes pasamos por el supermercado compramos golosinas que ella puso en su cartera aunque estaba prohibido. Al principio me mareaba el lugar pero cuando se apagó la luz y empezó a sonar una música me sentí atrapado por las imágenes…. 

 Está claro que la segunda opción, engancha más. Aunque no tenga definición ni datos contar una historia «capta» al oyente y lo predispone a seguir escuchando. El vocablo inglés storytelling , en español es contar un cuento, relatar una historia. Básicamente estamos hablando de incoporar relatos, anécdotas, vivencias a la hora de transmitir CUALQUIER mensaje. Por formación creemos que es «poco serio» o va en detrimento de nuestra imagen profesional, lo cual es un error. Las historias se recuerdan, los datos se olvidan No importa si queremos vender, informar o concientizar, o lo que sea. Para lograr tu objetivo las palabras deben llegar. Y quedarse en el otro. NO hay nada más aburrido y facil de olvidar que una larga lista de datos, argumentos y explicaciones. Mientras que si me contás una historia ya tenés mi atención. Tengo la necesidad de saber que pasará después, y cuanta más atención presto mas percibo y más retendré. Cuando escuchamos una historia el cerebro segrega neurotransmisores. Uno es la oxitocina, relacionada con la empatía, uno de los mayores pegamentos sociales. Otro es la dopamina, ligada a la atención. 

Nos produce un estado de curiosidad que se colma cuando la histora se resuelve. Excitar la dopamina en los primeros segundos garantiza que nos sigan escuchando. Si lo pueden hacer las telenovelas y las series, podés hacerlo vos en tus presentaciones profesionales, en tus emails, audios de whatsapp, etc. 

 Si no hay relato, no hay negocio. En las presentaciones hay que tener cuidado con el powerpoint con exceso de listas y graficos instrucciones, cálculos, esquemas, estadísticas, órdenes o hechos puros y duros. Pueden demostrar conocimiento, manejo de la información pero difícilmente conmoverán los corazones de los oyentes. Peter Guber en Storytelling para el éxito señala que Para tener éxito, debés convencer a otro/s para que respalden tu visión sueño o causa. Tanto si desea motivar a sus ejecutivos como organizar a sus accionistas, dar forma a sus medios de comunicación, involucrar a sus clientes, obtener nuevos inversores o conseguir un empleo, tendrá que emitir una llamada inequívoca que capte la atención de sus oyentes, insufle emociones a su objetivo para que sea el de ellos, y los motive para que actúen a su favor. Tiene que llegar a sus corazones tanto como a sus mentes, ¡y esto es precisamente lo que hace el storytelling! 

 A diferencia de dictar una conferencia magistral o hacer una clase, para contar una historia no hace falta ser profesional. Hace falta conectar con el tema y elegir la anécdota que tenga relación con el mensaje a transmitir. Ventajas de contar una historia Fácil de recordar para el orador Transforma lo abstracto en concreto y lo general en particular, por eso es Fácil de entender para un oyente Más interesante Acceso al imaginario («había una vez») 

 «Cuando el público se conecta con las historias nos da permiso para entrar en su mente» Ariel Goldvarg Si te toca hablar sobre política, religión o algún tema controvertido que la gente ya tiene una posición tomada, si vas directo al tema y enuncias tu postura es probable que se cierren y no te escuchen. Si cuentas una historia, esas barreras bajan y la gente se predispone a escucharte con atencion y no está analizando si lo que dices encaja con sus opiniones previas (lo que si sucede si expresas opiniones o datos). ¿Y ahora?¿Que esperás? Luz, cámara y…… a contar historias. Te dejamos acá unos links de videos que recomendamos podés dejarnos vos las que te gustaron. El poder de las historias Las claves de una gran historia

martes, 16 de febrero de 2021

Los 7 ejercicios para tener más inteligencia emocional en la oficina

La inteligencia emocional es una de las habilidades indispensables en el mundo relacional de las personas, ya que permite conectar mejor con quienes somos y convivir eficazmente con el entorno en todo tipo de situaciones. Se trata de la capacidad (innata, adquirida o desarrollada en base a la ejercitación) de elegir las mejores opciones para encontrar soluciones a los dilemas de la vida en cualquier ámbito a partir de conjugar distintos tipos de inteligencias humanas. La palabra inteligencia remite muchas veces a la capacidad de entender y elaborar información para utilizarla de una manera adecuada. Al convivir con el término emocional se agrega el sentir, ese fenómeno psico-fisiológico de las personas que nos permite adaptarnos a los cambios, e integrar lo emotivo y sensible que todos tenemos. El impulsor del concepto es el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, quien hace énfasis en la capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos para tener mayor habilidad en las cinco capacidades básicas de la inteligencia emocional: descubrir emociones en uno y en los demás, reconocerlas, manejarlas, crear un motivador propio y gestionar las relaciones. Para ubicarla en lo fisiológico, la inteligencia emocional se localiza en el tronco encefálico, que es la parte del cerebro que regula las funciones vitales básicas. Allí, el centro emocional neocórtex, la amígdala cerebral y el hipocampo son esenciales, junto con la amígdala, que es la encargada de segregar noradrenalina para estimular los sentidos. Beneficios, la inteligencia emocional permite: • Que quienes nos rodean se sientan a gusto con nosotros. • Que en nuestra presencia no experimenten sensaciones negativas. • Que confíen en nosotros cuando necesiten algún consejo, guía u orientación ya sea personal o profesional. A su vez, la persona con inteligencia emocional desarrollada: • Puede reconocer y gestionar convenientemente emociones del tipo negativo. • Poseer una mayor capacidad de empatizar con los demás. • Aprovechar las críticas como algo positivo; analizar, procesar esta información, y transformarla en aprendizaje. • Poseer una cualidad mayor para conectar con la felicidad, saber encauzar las emociones de impacto negativo. Esto permite afrontar los problemas y no quedar atrapado en ellos. 7 ejercicios prácticos Si se desea desarrollar la inteligencia emocional, se deberá empezar practicando estos ejercicios en forma continuada. Probablemente algunos serán más sencillos que otros; sin embargo, el resultado se obtendrá en el tiempo y persistiendo en la ejercitación. 1. Reconocer las emociones En vez de reaccionar en automático como lo hace la gran mayoría de las personas, este desafío invita a observarlas ni bien se detecta internamente que están llegando; entender cómo influyen y cuál podría ser el resultado posterior si uno se dejara llevar por ellas de inmediato, tal cual se presentan. Objetivo: detectar a tiempo las emociones y evitar que controlen tus actos aquellas que no sean apropiadas para los objetivos, relaciones, metas. 2. Evitar hacer un juicio inmediato sobre cómo uno se siente Frases como “jamás en la vida me sentí tan mal , “estoy tan enojado que sería capaz de hacer cualquier locura , “me quiero morir son sentencias que crean un estado de conciencia especial y que no favorecen en términos de inteligencia emocional. Las emociones están diseñadas para dar información. Objetivo: entenderlas permite ser más astuto para evitar reacciones desproporcionadas entre lo que uno siente, los recursos que tiene y lo que realmente pasa. 3. Evita clasificar las cosas como 'buenas' o 'malas' Más del 90% de las personas viven enfocadas en el registro de las cosas 'malas' de la vida, por lo que las 'buenas' quedan totalmente disminuidas. Si uno se entrena, podrá adquirir la destreza de poner en la balanza también las cosas por las que puede estar agradecido aquí y ahora. Objetivo: lograr equilibrio emocional. 4. Expande tu diccionario emocional Las emociones básicas son entre seis, y generan todas las demás: alegría, tristeza, enfado, miedo, angustia, sorpresa. Cuando se expande el mapa emocional se aprende a discernir, por ejemplo, la euforia de la felicidad, la nostalgia de la tristeza, la frustración de la decepción, y todas las que vienen por añadidura. Objetivo: convertirse en un observador de la sutileza del propio mundo emocional, lo que permitirá dibujar mejor el mapa interno para ser más asertivo en cada momento. 5. Reconocer cómo te comunicás: más del 90% es no verbal En la comunicación interpersonal las palabras ocupan menos de un 10% del total; el otro 90% son los gestos y el tono de voz. Reconociendo estos últimos se podrán destrabar muchos aspectos anudados. Si cuando se quiere expresar una idea, se hace con los brazos cruzados: descruzarlos. Si no se mira a los ojos a los demás, hacer el esfuerzo consciente de establecer contacto visual. Si el tono de voz no tiene matices y es casi el de un robot, empezar por enfatizar las frases en una forma de acompañar las emociones. Objetivo: enriquecer el proceso de comunicación con otros para empatizar mejor. 6. Gestiona los pensamientos Otro comportamiento frecuente es dejar salir los pensamientos sin ningún tipo de filtro. Si bien no se puede controlar lo que uno piensa, sí se los puede conducir en maneras más asertivas que vayan en consonancia con tus objetivos para ese momento. Los pensamientos crean estados de conciencia, y esos estados de conciencia son los que se manifiestan en la realidad; de allí la importancia de aprender a gestionarlos. Un ejemplo: si se está ofuscado, los pensamientos que se expresen oralmente serán en consonancia: por eso es preciso tranquilizarse, hacer una pausa, y volver cuando se haya recobrado el equilibrio interno. Objetivo: quedarse con los pensamientos más apropiados para lo que se quiera lograr y dejar pasar aquellos que desvíen o distraigan de la meta. 7. Apoderarse de la comunicación Las personas con inteligencia emocional no utilizan frases como “siempre hacés lo mismo o “sos el responsable de que me sienta mal . Más bien, se hacen cargo de la parte que les toca. Esto incluye el comunicarse asertivamente con los demás, expresando todo en primera persona: “Lo que yo quiero decirte desde mi perspectiva es… , “¿Qué tal si proponemos tres formas distintas de resolver este conflicto entre ambos? . Objetivo: abrir nuevas posibilidades de interacción donde antes había una puerta infranqueable, para reconducir las formas primitivas de comunicación hacia dinámicas de apertura más saludables para todos. La invitación es a convertir estos ejercicios en un hábito práctico, que se desarrollen durante todo el día. Es necesario aprender a desaprender los años en que quizás se vivió desligado del mundo emocional. Lograrlo se conquista paso a paso.

jueves, 7 de enero de 2021

10 errores más comunes al hablar en público

 Te compartimos una lista de cosas que las personas suelen hacer cuando se paran frente a una audiencia y la solución para cada una de estas fallas.


Hablar frente a ene número de personas no es sencillo. Aunque no estés consciente de ello, tu público te evalúa todo el tiempo. No tendrá compasión de ti y decidirá en segundos si desea escucharte o no.

Una imagen inapropiada, evitar el contacto visual o la mala dicción pueden hacer que tu audiencia pierda el interés, así que para evitar que tus presentaciones al hablar en público sean una mala experiencia, te comparto los 10 errores más comunes y cómo corregirlos.

1. Adoptar una postura tímida o desanimada
La primera impresión que provocas la determina tu postura. ¿Se nota que sabes de lo que vas a hablar? Tu lenguaje corporal lo refleja. La seguridad de tu postura está en tu torso, pero no creas que elevar los hombros lo resuelve.

Qué debes hacer: Coloca tus pies de manera paralela (a lo ancho de los hombros), con el pie izquierdo da un paso pequeño hacia atrás y coloca las manos en forma de triángulo (juntando las yemas de las manos y palmas), después poco a poco mueve las manos conforme lo requiera tu mensaje.

2. No tener una estructura
Todo mensaje sin estructura se derrumba. Hablar por hablar lo hace cualquiera, pero atrapar a la audiencia desde el momento en que abres la boca lo logras al nunca olvidar que toda historia tiene una introducción, desarrollo y conclusión o cierre, este último es el más importante de tu mensaje.

Qué debes hacer: Jamás improvisar si no cuentas con una estructura y, sobre todo, si no sabes a dónde deseas llevar al público con tu tema. En tu introducción, habla en pasado; en tu desarrollo, en presente; en el cierre, en futuro.

3. Perder el contacto visual
El contacto visual es tan importante en la comunicación no verbal que, cuando hablas en público, si lo omites, dirás sin palabras “estoy nervioso” y además la audiencia dejará de ponerte atención, pues sentirán que no les estás hablando a ellos.

Qué debes hacer: Fortalecer tu contacto visual ante audiencias pequeñas, en la cual es muy importante ofrezcas un contacto visual a cada uno de los integrantes de tu público mientras hablas. Si dominas esto, las audiencias grandes serán más fáciles.

4. Abusar del uso de ademanes o carecer de ellos
Tu expresión corporal es energía. Si hablas con poca energía el público te responde de la misma manera, en cambio si exageras tu energía la audiencia podría rechazarte por percibir que no eres auténtico. Los ademanes son los adjetivos de tus palabras, por ello, deben de ser dosificados, pero jamás brillar por su ausencia.

Qué debes hacer: Te comparto un ejercicio muy útil. En una frase corta elige la palabra de mayor fuerza y otórgale un ademán específico.
Si digo la frase “la calidad es esencial para nuestro servicio”, la palabra “calidad” puedes representarla con el gesto que indica perfección (tu dedo pulgar e índice juntos formando un círculo y los demás dedos verticales). Ten mucho cuidado de no hacer un ademán para cada palabra de la frase o matarás su efecto.

5. Hablar con un volumen bajo
Tres de cada cuatro oradores hablan con un volumen bajo. Esto genera un impacto pobre. No se trata de gritar sino de proyectar seguridad con tu voz. Existen dos momentos cruciales para hablar con un volumen más alto: el inicio y el cierre.

Qué debes hacer: Imagina que tu voz es un dispositivo de energía y que al inicio de tu mensaje se encuentra a su máxima capacidad y que al final también. Dale fuerza a tus palabras y seguridad a tu imagen.

6. Descuidar la entonación
Éste es uno de los errores más desastrosos. Cada vez que doy una capacitación, empodero a mis clientes a atreverse a hablar con emociones, no sólo con la lógica. No debes confundir la entonación con el volumen, son dos cosas totalmente diferentes. La entonación es la emoción específica que transmites al decir algo, por ejemplo, imagina que saludas con un “buenos días” con una emoción distinta cada vez: alegre, enojado, serio, inseguro, sorprendido, temeroso. ¿Verdad que no es igual en cada ocasión? Ese es el poder de la entonación. Conecta de manera emocional.

Qué debes hacer: Di cualquier frase con una emoción distinta y en cada ocasión marca un objetivo.

7. Hablar con un ritmo inadecuado
El ritmo es la velocidad al hablar. Hay gente que habla muy rápido, y otra que habla muy lento. ¿Cuál es mejor? Ninguna. Lo ideal es aprender a hablar en distintas velocidades según te convenga para lograr el objetivo de tu mensaje. Cuando desees despertar a la acción di una frase más rápido, en cambio, cuando quieras relajar a la audiencia o despertar su curiosidad habla más lento.

Qué debes hacer: Escribe tu mensaje y decide en qué partes es importante digas una frase más rápida o lenta. Di tu discurso y observa el control que logres conscientemente de la velocidad estratégica que eliges en cada momento.

8. Hablar con mala dicción
Una vez que sabes de la importancia del ritmo al hablar tu dicción debe de ser perfecta. Si la audiencia no entiende claramente lo que dices de nada sirve saber las técnicas anteriores. En mi experiencia como entrenador para hablar en público, he descubierto que en ocasiones las palabras con diptongos o triptongos (augurar, murciélago, neurolingüística) son las que cuestan más trabajo decir. ¿Por qué sucede esto? Porque no estamos acostumbrados a vocalizar ni a adoptar correctamente la abertura de la boca al decir cada vocal.

Qué debes de hacer: No hay nada mejor que practicar trabalenguas. No importa la velocidad, sino que cada palabra se entienda. Puedes utilizar un palito de madera, pero colócalo justo en el que sientas un esfuerzo mayor para hablar. Aunque te dé risa de cómo te oyes al hablar, hazlo.

9. Proyectar que desconoces el tema
En materia de imagen importa lo que el público perciba, no lo que tú sepas. Cuando divagas o dudas parecerá que no sabes o no estás seguro de lo que hablas.  En este error caen muchos. Se confían en que como tienen un título profesional y el tema del que van a hablar lo conocen, la audiencia se emocionará de su sapiencia y se pondrá de pie. Puedes dominar un tema pero lo que cuenta es la “conexión” que logres con tus ideas y emociones. Los nervios al hablar en público han destrozado al más fuerte de carácter.

Qué debes de hacer: Practicar tu mensaje tantas veces como te sea posible. La práctica hace al maestro, no la suerte. Por cada minuto que hables deberás de practicar siete minutos más.

10. Reflejar poco liderazgo y seguridad
¿Cómo se refleja el liderazgo y la seguridad al hablar en público? Cuando has corregido todos los puntos anteriores tu sensación de control te brinda seguridad. No podrás evitar los nervios por arte de magia.

Qué debes de hacer: Te recomiendo decir tu mensaje muchas veces, y en cada ocasión enfócate en mejorar un error a la vez. Si pretendes mejorar todo a la vez te será muy complicado.

Hablar en público: cómo controlar tu tono de voz

 

La importancia del tono al hablar en público

Grave error si tenemos en cuenta que la entonación, proyección, resonancia o modulación de nuestras palabras representan 38% de los elementos que intervienen en la comunicación, mientras que 55% de la información proviene del lenguaje corporal y solo 7% del mensaje verbal, según los estudios llevados a cabo por Albert Mehrabian.

¿Cómo podemos obtener un tono de voz adecuado? ¿Cómo podemos comunicar como un líder? La clave, según explica la experta Laura Sicola en una charla TED, es que exista conexión entre lo que estamos diciendo y cómo lo estamos diciendo, para evitar que se dañe la credibilidad.

El problema de que fracasemos ante el público y no consigamos transmitir correctamente el mensaje se debe a que no acompañamos el contenido y los gestos con una entonación acorde. Imagina, por ejemplo, que estás explicando a un inversor por qué debería financiar tu proyecto, pero lo haces con un tono monótono o balbuceante que no transmitirá al oyente la seguridad necesaria para apoyarlo, aunque los datos en sí sean excelentes.

Tips para dominar la entonación

Aunque cada persona tiene su propio timbre de voz, todos podemos desarrollar su uso e incluir técnicas y registros que nos permitan alcanzar lo que denomina presencia ejecutiva vocal.

¿Cómo? Los siguientes consejos contribuirán a captar el interés de la audiencia:

1. Leer en voz alta. Sí, el primer paso para dominar el tono de voz es leer el texto que hayamos preparado. El objetivo es conseguir pronunciarlo de forma natural, como si lo estuviéramos contando de forma espontánea a los oyentes, buscando el equilibrio entre una lectura inanimada y la sobreactuación.

2. Usar los picos de entonación. Las personas no solemos percibir íntegramente el mensaje, sino que nos centramos en los patrones de entonación y en los picos de entonación. Por tanto, a la hora de expresar una idea, debemos intensificar la entonación en aquellas partes más importantes.

Hay que tener cuidado con usar muletillas a modo de preguntas al final de las frases, del tipo ¿verdad?, ¿cierto?, ¿no?, porque de este modo el patrón será repetitivo, con una subida de tono al final de la frase, y estaremos enfatizando siempre las últimas palabras, sean o no importantes. 

3. Adaptarse al público. Está demostrado que los individuos se sienten atraídos por aquellas conductas o características con las que se sienten identificados.

De ahí que un buen comunicador tendrá que adaptar su entonación al auditorio al que se dirige para conectar con ellos. No será el mismo tono si hablamos en una charla en un instituto que en una conferencia con directivos del mundo empresarial. La velocidad, los patrones, la entonación, etc. diferirá radicalmente.

4. Preparar la voz. ¿Por qué los cantantes realizan ejercicios vocales antes de salir al escenario? Calentar las cuerdas vocales y soltar los músculos que empleamos en el habla nos ayudarán a dominar durante todo el proceso nuestra voz.

Pronunciar el discurso con un bolígrafo entre los dientes, mover exageradamente los labios y lengua o hacer vibrar la garganta al decir ‘Mimmm’ nos harán estar preparados físicamente para hablar en público.

5. Respirar. Parece obvio, pero muchos se olvidan de coger aire durante las intervenciones, lo que les obliga a paralizar el mensaje de forma abrupta o terminar las frases sin suficiente fuerza, denotando inseguridad y ansiedad.

Practicar la respiración diafragmática en casa es una gran técnica para saber distribuir el oxígeno a nuestro antojo durante los discursos. 

¿Vas a hablar en público y no quieres aburrir? 10 formas de emocionar a tu audiencia

 Las cosas toman importancia emocional mientras más se acercan y adentran en nuestras propias dimensiones. Para convencer a tu audiencia, tus clientes o tus inversionistas, no basta que tengas la razón, o un gran producto. ¡Las personas no responden a la información, sino a la inspiración! Aprende a emocionar a tu público con estas diez armas atómicas.

1. Contacto

Es tan sencillo como esto: sin contacto no hay conexión emocional.

¿Quieres conectar con tu audiencia o con las personas que estás hablando? Empieza por mirarlos a los ojos.

Esto inicia por levantar la vista del papel en el que escribiste tu discurso. Nada me desespera más que un presentador, maestro de ceremonias o personalidad que lee todo su discurso y jamás mira a la audiencia. A fin de cuentas, los ojos son las ventanas del alma. 

La mirada tiene el poder de conectar hasta el punto de convertir un total desconocido en una relación humana inevitable. Cuando de pronto nuestra mirada se cruza con la de otra persona, algo maravillosamente cósmico sucede. 

No solo el contacto visual tiene su magia. El contacto espacial o físico causa una conexión poderosa e inesperada.

  • Este efecto se conoce como “El Toque de Midas”. No hay duda: el contacto causa conexión emocional. Un apretón de manos es mejor que una mirada, y un abrazo más profundo que un apretón. 

La cercanía física crea un campo magnético de conexión no directa, y acerca hasta intersectar las dimensiones de ambas personas. Así que... ¡acércate!

¿En una clase o conferencia? Muévete y desplázate de forma que puedas acercarte tanto como te sea posible con todos los asistentes. A veces puedes circular por los pasillos o acercarte a la primera fila. Si no puedes bajar del escenario, desplázate a los extremos, acercándote a la audiencia. Si estás amarrado a un atril, utiliza la mirada de forma muy consciente para crear esa conexión.

Mira a las personas. Haz contacto con ellas. Es el gran multiplicador en la comunicación, y una llave formidable para moverlos a la acción.

2. El efecto espejo

De forma natural e instintiva, todos los seres humanos enganchamos nuestros propios sentimientos con aquellos de las personas con que entramos en comunicación. Estamos contentos cuando otros están contentos; serios si todo el mundo está serio, y llegamos a las lágrimas cuando vemos a alguien quebrarse bajo el peso de sus propias lágrimas.

Esto es gracias a nuestras neuronas espejo.

¿Quieres que tu público llore? – llora. ¿Quieres que tu público ría? – Ríe. ¿Quieres que tu público se enoje? – Enójate. ¿Quieres que tu público sienta? – Siente.

Esto es muy sencillo si las cosas que dices son ciertas e importantes para ti. Es, en cambio, dificilísimo si estás mintiendo o diciendo cosas que no son relevantes para ti. Es imposible convencer si no estás convencido, o transmitir sentimientos que no existen.

Utiliza el efecto espejo para transmitir la pasión por tu tema y para sincronizar tus emociones con tu propia audiencia hasta lograr un máximo impacto.

3. Storytelling

No vendas un producto; no enumeres reglas o aburras con números. ¡Por lo menos, no exclusivamente! ¿Quieres ser un gran conversador, conferencista o maestro?

Tienes que aprender el hábito de contar historias.

Piensa en las cosas más importantes; las reglas de vida que has aprendido desde pequeño en casa o en la escuela. Te aseguro que ninguna de ellas es una explicación teórica, sino una historia.

Todos crecimos con cuentos, historias y fábulas que nos ayudaron a entender conceptos complejos de forma simple y divertida.

Las historias son connaturales al cerebro humano. Nuestro cerebro está especialmente capacitado para escuchar y entender historias, y para extraer de ellas los conceptos abstractos que aplican a nuestra propia realidad. 

  • Las historias causan emociones de alto impacto.
  • Las historias crean tribus entre quienes las comparten.
  • Las historias “se leen”; enseñan a cada quien algo distinto.
  • Las historias entretienen y emocionan.
  • Las historias son altamente recordables, repetibles y compartibles.
  • Las historias son sencillas de entender.
  • Las historias causan conexión inmediata.
  • Las historias permanecen en el tiempo.
  • Si son reales, las historias crean Ethos, tanto como Pathos.
  • Las historias nos enganchan, nos invitan al pensamiento y al diálogo.

Los grandes comunicadores, los oradores inmortales, los buenos maestros, los motivadores de alto nivel son expertos contadores de historias. Así que ¿qué esperas?

4. El futuro, el pasado y lo abstracto

Los políticos que pierden las elecciones hablan de razones. Los políticos que ganan las elecciones hablan de emociones, de sueños y esperanzas. ¿Quieres introducir grandes cambios o nuevas regulaciones en tu negocio? Antes de pedir a tus empleados que trabajen el doble o aprendan de memoria los nuevos manuales… ¡inspíralos! Ponlos a soñar… y después pídeles que hagan los sacrificios necesarios.

¿No son eso, justamente, las promesas inacabables de dos románticos enamorados? Los novios se prometen mutuamente la luna, las estrellas y la eternidad; no porque sean tontos o astronautas, sino porque la emoción exige infinito. No podrían prometer –ni aceptar- menos que el universo. 

Vende emociones; no procesos. 

Los buenos vendedores y grandes comunicadores no hablan sobre lo que la gente “dice” que quiere, sino lo que quieren más profundamente: belleza, poder, felicidad, alegría.

Recuerda que cada persona tiene en torno suyo, docenas de dimensiones que la hacen ser quien es. Háblale al niño dentro de cada persona y verás brillar en sus ojos la ilusión del primer día.

5. La humanización

¿Quieres que los datos tengan impacto? Hazlos humanos, ponles rostro, nombre e historia, y verás cómo los números se transforman en esperanza.

Esta es una extensión lógica en el uso del storytelling. Es mucho más efectivo hablar de un solo caso, de una sola familia que vive en pobreza; conocerlos y escucharlos, que hablar de “miles” de pobres o “miles” de muertos. Los números, ya lo sabemos, nos dicen muy poco.

Las empresas y corporaciones más gigantescas eligen mascotas o personajes para que los clientes puedan identificarse con algún rostro y las características que vienen asociadas al mismo. ¿Tu producto es muy técnico? ¿Tu tema es aburrido? ¡Pon rostro a las cosas y verás cambios inmediatos!

6. De ida y vuelta

La comunicación unidireccional y unidimensional (CUU) es la más aburrida de todas. La vemos todos los días en discursos de políticos, en juntas de jefes, en charlas con colegas, en rollos paternales. La vemos cada vez que alguien “dice lo que vino a decir” y se retira son conectar en absoluto con la audiencia.

La comunicación unidireccional y unidimensional ignora todos los impulsos externos; ignora a las personas que tiene enfrente e ignora a los impulsos y recursos externos del momento. Ignora las cosas que están pasando en ese momento; el ambiente, el tiempo, el humor, el modo y el ruido.

No se puede crear una conexión emocional si no es a través de un proceso circular de alimentación. Hay que saber buscar el timing, el lugar, el modo y, sobre todo, ser perceptivo de las necesidades emocionales en la audiencia que tienes enfrente.

¿Gritar? Cualquiera puede hacerlo. El arte está en gritar cuando hay que gritar y susurrar cuando hay que hacerlo. Para ello, no solo basta conocer el tema del que se habla, sino también la capacidad de “leer” al público.

7. La curva del Titanic

Si tienes más de treinta años, es casi seguro que viste la mega película Titanic en el cine. Casi apostaría que la viste dos o tres veces. No le diremos a nadie.

Como sigue siendo una de las películas más vistas de la historia, y su estructura es bastante sencilla, es un ejemplo perfecto sobre cómo crear lo que se conoce como la curva de catarsis. No solo está en el Titanic, sino en casi cualquier película, libro, obra de teatro… discurso y charla efectiva.

La curva de catarsis es en realidad un término que proviene del teatro, y representa la inmersión emocional que tiene el público durante el transcurso del mensaje. ¿Qué tan “metida” está la audiencia en la película o en el discurso?

La curva sigue dos ejes. Uno, el de la inmersión o catarsis, y otra, la del tiempo. Como observas, la catarsis es igual a cero cuando empieza la película o el discurso, y –si la película está bien hecha- va aumentando conforme avanza la trama.

La Curva de Catarsis

En el Titanic, la curva empieza cuando el joven Jack -a quien apenas conocemos- gana en una apuesta dos boletos para el trasatlántico. Luego conocemos a Rose, una chica rica y malcriada que está comprometida para casarse con un millonario medio antipático.

En los primeros diez minutos nos presentan a los personajes, pero aún no nos conectamos con ellos. El barco y la música, personajes principales, hacen también su aparición y poco a poco, nos vamos metiendo en la historia. La curva de la catarsis empieza a subir.

Un buen guion (y conferencia) nos va llevando más, metiendo más, emocionando más y más… ¡y más! hasta que el momento climático (en que Jack se hunde en el mar helado) causa el impacto que deseamos imprimir. 

Las conversaciones, reuniones y discursos tienen su propio clímax, y es importante no desperdiciarlo (no lanzar ¡la gran idea! o ¡la gran promesa!) antes  de haber avanzado en la curva de catarsis. De otra manera, la semilla cae en muy mal terreno.

8. Imágenes poderosas

Un viejo (y conocido) proverbio chino dice: “Una Imagen dice más que mil palabras”, y es verdad. Las imágenes son poderosas y nos permiten procesar muchísima información en muy poco tiempo.

Hablo aquí de imágenes dentro de la comunicación como uno de los materiales de apoyo más utilizados. La mejor regla del Power Point es esta: usa muchas imágenes y muy poco texto. Cuanto más sencillo, mejor.

Si tienes que transmitir mucho texto, envía un correo, imprime algunas copias o cómprales un libro. Pero en tu presentación, el texto en pantalla no hará sino distraer a la audiencia de lo que estás diciendo. ¡Nada o casi nada de texto! Apenas unas pocas palabras por diapositiva y, en cambio, muchas imágenes, de buena calidad, que expresen la emoción que quieres compartir con ellos.

En mi experiencia, el Power Point es la mayor amenaza en la comunicación moderna. Usa pocas diapositivas con muchas imágenes y permite que los verdaderos protagonistas (tu público y tú) creen una conexión real.

9. Mucho más que dos

Los sentidos son lo que nos conecta con el mundo, son las ventanas de nuestra percepción y, por tanto, la materia prima de nuestras emociones, sentimientos y conocimientos. Todos conocemos cinco, pero tenemos más de veinte.

Y sin embargo… solemos reducir nuestra comunicación a dos de ellos: la vista y el oído. ¿Por qué?

La única razón es que así nos hemos acostumbrado, pero en verdad no hay razón para limitar nuestra comunicación a dos sentidos. Por el contrario: todos los sentidos son capaces de afectar nuestro estado de ánimo y la forma en que percibimos el mundo y las personas que nos rodean.

Los sabores, olores, ambientes; los colores, los sonidos, la iluminación, la música y todas las cosas que se perciben con los sentidos crean una atmósfera o ambiente que, sin lugar a dudas, impacta en el momento de abrir los canales de comunicación. 

Esto tiene cualquier cantidad de aplicaciones en la familia, en los negocios, en las ventas, en la enseñanza y en la vida; pero parte de un sencillo principio: preparar tu comunicación implica preparar el ambiente. Los sentidos crean sensaciones; las sensaciones, emociones. Las emociones, conexiones.

10. La montaña rusa

Imagen: via GIPHY

Estoy seguro de que conoces esta escena.

El pequeño Simba, el príncipe, juega en medio de un desfiladero.

De pronto, una manada de antílopes se asoma por el horizonte. Simba está en peligro.

Su papá Mufasa, el Rey de la Selva, viene a rescatar a su hijo. ¡Y lo logra! Pero su traicionero hermano Scar lo arroja a su muerte.

Simba se acerca al cuerpo sin vida de su padre.

“¿Papá?... ¿Papá…? Vamos, tienes que levantarte...”

Una de las mejores escenas en la historia del cine, sin duda, y la muestra de por qué Disney se ha consolidado como una de las grandes storytellers de todos los tiempos: el uso efectivo de la montaña rusa como gancho emocional.

El mayor asesino de la emoción es la predictibilidad. Tanto en el amor como en los negocios y al frente de una audiencia; si el público sabe qué vas a decir y cuáles son tus conclusiones ¿para qué escuchar tu discurso?

Mantén secretos, dales un misterio. No existe persona que no guste de las sorpresas, de los giros en la trama y de lo inesperado. Deja que rían y deja que lloren. Las emociones mueven. Aprende a utilizarlas en tu favor.

jueves, 24 de diciembre de 2020

TODO CONCLUYE AL FIN...!!!

 



HOLA MIS QUERIDOS Y QUERIDAS ALUMNOS/AS!!

Este Curso-Taller, ha sido muy NUTRITIVO... Ha tenido sabor a MATE y aroma a CARIÑO, nos ha humedecido los ojos de EMOCION y nos ha acariciado con el calorcito del sentimiento sincero....

Cada Miércoles, fui feliz al encontrarlos/as dispuestos/as y CON GANAS DE JUGAR!! 

Para mi, el SALDO HA SIDO MUY POSITIVO, porque -como siempre les dije- nada sale bien, si no hay: 💓😊💪💧 (amor - alegría - ganas - emoción) 

Fue mi primer experiencia en UPAMI y ojalá no sea la última.

Transitamos 10 clases hermosas durante un período sombrío de la Humanidad toda y lo pudimos hacer gracias a    la ALEGRIA de SILVANA y ALBA, la PICARDIA de HORACIO y JORGE, la SABIDURIA de RUTH y ALBERTO VALENTE, la DULZURA de DORA y MARISA, el EMPUJE CONTAGIOSO de ALBERTO GITANO, la TERNURA de SELVA, la AMOROSIDAD de OLGA, GLADYS y MIRTA... 


Siempre los recordaré como mis ALUMN@S-AMIG@S, quienes me ayudaron a transitar un momento durísimo  de mi vida y en quienes encontré calidez, emoción y abrazos virtuales... 




EJERCICIOS DE ORATORIA

CUALIDADES Y ACTITUDES DEL ORADOR.

  CUALIDADES DEL ORADOR. Entre las cualidades con que debe contar todo buen orador, cade destacar la naturalidad, la sinceridad, la humildad...